Ese dulzor en el arroz con coco, lo crocante de los patacones, el caldo espeso y sabroso, solo pueden venir de unas manos con alma caribeña. Hace más de 10 años que Martha y su familia dejaron atrás el aire húmedo y cálido de la costa para quedarse en este Valle de vientos fuertes.
Recién llegados, primero se establecieron en La Unión, donde Martha trabajó como cocinera en uno de los restaurantes de su hermano, mientras su esposo trabajaba en el otro, en Zarzal, como mesero. Ambos lugares ofrecían comida de mar, conservándolos en su esencia costeña.
Al cabo de un par de años, tras el cierre de uno de los establecimientos y ya bien arraigados en esta tierra, se mudaron a Roldanillo y abrieron, con escasas 7 mesas y una poca vajilla prestada por el hermano de Martha, La Sazón de La Costeña. Hoy este lugar que se ha construido a punta de tesón, cuenta con un espacio amplio de 29 mesas y ofrece una gran variedad de platos típicos de la costa, siempre a disposición del público, posicionándose como uno de los restaurantes más aclamados del municipio.
Martha aún se encuentra tras el fogón, aún después del largo viaje, comprometida con brindarles a sus clientes el verdadero sazón del caribe en cada preparación.
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