¡Ha vuelto el Coclí!

Cruzan el cielo del Valle en pequeños grupos, se dan una vuelta por los ríos y pantanos a primera hora de la mañana, sobrevuelan el bosque y los cultivos, tardean un rato posados sobre las palmas mientras el horizonte se tiñe, y al final del día suben la pendiente para descansar en la cordillera, en algún barranco cálido. Se pasean de nuevo los coclies por Roldanillo.

Este lugar guarda cultura y tradición a la vuelta de cada esquina; las calles cuentan historias de guerreros, sobre el atardecer se leen las rimas de poetas y el viento que baja de la montaña da pinceladas de color a las paredes… Junto a los coclies ha vuelto a revolotear la magia. La inspiración nos toca la ventana y despertamos cada mañana con ganas de llenar con sueños y pasión cada rincón.

Nuestras manos siembran grandes jardines, y el Coclí viene hasta ellos, como bien sabían nuestros ancestros Gorrones, anunciando tiempo de frutos y cosecha.